La jugada le salió bien a Scaloni, ante la ausencia de Nico González por lesión, decidió darle una nueva oportunidad, la milésima, a Di María que una vez más no estuvo a la altura de las circunstancias. El entrenador ya cumplió.

La relación Scaloni-Di María es tortuosa, llena de desencuentros, llamados, reemplazos, suplencias, ausencias, declaraciones, charlas, disculpas, y hasta aquí siempre nuevas convocatorias y oportunidades. Por supuesto que el DT tiene un tratamiento y paciencia especial para el caso, por tratarse de una figura internacional participe del círculo íntimo de Lionel Messi, sino ya sería historia. La realidad, lo único que importa, demostró que Angelito dejó pasar una nueva chance frente a Chile en Santiago del estero, partido que si aprovechó por ejemplo el otro Angelito, Correa, estrella del Atlético Madrid campeón, que sin dudas mereció ingresar desde el arranque. Ese es el camino de orfebre que debe seguir recorriendo Scaloni, el de la prueba y error permanente. Correa, Romero, y tal vez Molina más Julián álvarez sean aciertos del técnico para el futuro, con Qatar 2022 a la vuelta de la esquina, otros como Foyth de lateral, la insistencia con Tagliafico, y la situación del propio Di María, son errores recurrentes en los que el entrenador no debería volver a caer.