Extrañando la línea de 5
  • 23 de septiembre de 2020


Como no añorar esas triangulaciones excelsas entre Martinez Quarta, Rojas y Pinola a pocos metros de Armani. Como no pedir más ataques por las bandas de Montiel y Casco? Sobre todo porque el pibe Julian Alvarez entró mal al equipo....



Durante los meses de enero, febrero y marzo, tuve largos y encendidos debates con los gallardistas, nueva raza de nuestro periodismo, defensores a ultranza de todo lo que haga, decida o declare Marcelo Gallardo, por ejemplo poner a Julian álvarez a correr a Pilipe Luis en la final de la Libertadores.  Existen, como los bielsistas, menottistas, bilardistas y bianchistas. El fondo de la discusión, no era ninguna diferente a esas pavadas de las que hablamos los que nos dedicamos al fútbol, la famosa línea de cinco defensores que eligió Napoleón para intentar ganar su primera liga local, objetivo perdido finalmente en Tucumán, contra el equipo de Zielinski. 
Qué pedía yo en ese momento? A Juanfer Quintero de titular, que ya había mostrado destellos de su fútbol brillante en el Parque Independencia a fines de 2019, y en la cancha de Unión, ya en la recta final de la Superliga, resultando vital para dar vuelta el compromiso de Santa Fe. Los gallardistas se inmolaron por defender la postura táctica del muñeco, llegando al ridiculo de querer explicarme, y convencerme también, que un equipo con Pinola era más ofensivo que con el crack colombiano, sin palabras.Argumentaban que loa proyecciones de Montiel y Casco, más profundas y reiteradas, le daban a River una voracidad y audacia, jamás antes vista. Se olvidaban, en su fanatismo, que con una línea de 4, los laterales millonarios, también atacan y mucho. 
Marcelo Gallardo es un DT extraordinario, que como todo ser humano, se equivoca. Así como no supo cerrar con sus cambios la final en Lima frente a Flamengo, no acertó en el esquema táctico para que River sea campeón del fútbol argentino en el mes de marzo, en un mano a mano furioso con Boca, que hace tiempo no se daba. 
Gallardo lo sabe. Napoleón no come vidrio, por eso decidió cambiar. Solo los imbeciles no cambian, decía el paradigmático técnico censuré, y Gallardo de tonto no tiene un pelo. Por eso decidió cambiar y volver a las fuentes, sacar un marcador central, para agregar un delantero, como explicó en la conferencia de prensa previa a jugar en el Morumbi. La variante funcionó, hoy Julian Alvarez es una de las figuras del equipo, River es un violín, y ya nadie se acuerda ni pide la revolucionaria línea de 5, salvo los gallardistas, dejados en ridiculo por el mismísimo Napoleón. Este sistema defensivo, puede servir para salir del paso alguna vez, como ocurrió en la final del 2018 en la Bombonera, pero de ninguna manera puede ser la forma de vida de River Plate, tu grato nombre.

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