El primer set fue un baile, que la rosarina pudo cerrar 6-1, el segundo parcial fue duro, la ucraniana le tiró el ranking encima y dio pelea, pero en ningún momento dominó el partido, la autoridad siempre la llevo la argentina con su fiereza, su derecha, y una muñeca endiablada para volverla loca a Svitolina, que mientras corría drops desde el fondo hasta la red, no podía creer lo que tenía enfrente, una máquina de jugar al tenis. Nadia nos regaló una mañana a puro tenis, una de las mejores de la pandemia, sin dudas. Nos hizo emocionar, parafrasear a Victor Hugo con el gol de Diego a los ingleses, gracias Dios por el tenis, que lindo es el deporte! Ahora a esperar rival, Martina Trevisan o Iga Swiatek, jugando así pinta para final el sábado, ojala así sea.