OPINIÓN

El DT argentino atraviesa su mejor momento al frente de la Selección Argentina, pasó de no pegar un cambio en la Copa América, a darle una paliza táctica a Mexico en septiembre, y dar vuelta un 0-2 contra Alemania en Dormundt.

Para ganarle a River en el Monumental hay que hacer el partido perfecto, Boca estuvo muy lejos de eso, y quedó al borde de una nueva eliminación dolorosa. Gallardo otra vez resultó el vencedor de la batalla.

Diego cumplió su parte. Revivió la ilusión del club, generó un shock económico, puso a Gimnasia en la vidriera como nunca en su vida, y dotó de más actitud al plantel. Los que lo tenían que acompañar no lo hicieron.

Por la pulga Rodriguez, por Burian, por el hincha sabalero, por el estadio magnífico, por la provincia de Santa Fé que necesita un gran título, por la lucha de Lavallen, por los goles del bichi Fuertes, todos somos hinchas de Colon.

El gringo sorprendió con una declaración previa, donde hizo referencia a que sin ganar los 3 partidos previos a River, ya no estaría en el cargo. En el segundo tiempo del Monumental mostró su cara más defensiva.

No se comprometió con ningún candidato político del club, se apropió de la fecha del hincha de Boca, el 12 de diciembre. No invitó a Maradona, pero si a Messi. Convocó a Guillermo y a Palermo, pero no a Tevez, Riquelme demostró que es el rey de la Boca.

El delantero del Inter es hoy lo mejor que tiene la Selección de Scaloni, su soberbia actuación ante México obliga a plantear si el DT, no debe armar un equipo pensando en su número nueve, más que en su número 10. Tal vez, hasta lo saque campeón.

A poco de cumplirse 10 años de aquella famosa frase, Maradona vuelve a dirigir. Gimnasia se transforma en una hermosa oportunidad para ver y analizar el crecimiento de Diego DT, en todo lo otro sabemos que es el número 1.

La enseñanza que deja el primer clásico, es que se viene una semifinal de copa súper cerrada. Boca jugará a defender, con algún recurso ofensivo más, pero apostando a cuidar el cero propio. River buscará la victoria, para eso deberá quebrar al 1 de Boca.

Por Gallardo, por la historia reciente, por ganador, por copero, por la experiencia y por todas las batallas en su espalda, sostengo que el River de Napoleón es el favorito para llegar a la final. Veremos si Boca es capaz de cambiar la historia.