La hipocresía que rodea al fútbol lo condena, la realidad marca que tiene razón, los entrenadores argentinos viven cuestionados, estresados y al borde de un ataque de nervios.

El llanto de Rubén Dario Forestello tras perder la categoría con San Martín de San Juan fue conmovedor. La despedida de Osella de Belgrano, muy triste. Ricardo a Caruso Lombardi expuso su corazón una vez para intentar un milagro con Adán Martin de Tucuman, intento que no resultó. Gorosito fue la excepción, porque ganó 17 de 21 puntos, igual se tuvo que comer un descenso. Lo que sufrió Chacho Coudet el agravio de Centurión, hasta le dijeron “pechacho “ en una conferencia de prensa previa a su consagración. Alguien me puede decir que Sebastian Becassese disfruta caminando o corriendo como un loco en su banco de suplentes? Heinze lo mismo. A Zielinski es difícil verlo sonreír. El Turco Mohamed está padeciendo dirigir el club de sus amores, Huracán. Y lo que sufrió Almiron sin ganar en sus primeros trece partidos cono DT de San Lorenzo? Gabriel Milito sufrió problemas de salud por el daño que le hizo dirigir a Independiente. Carboni y Bernardi fueron escarchados por sus malas campañas. Marcelo Gómez duró 5 partidos en Godoy Cruz. Ariel Holan expresó ayer “ que disfruta ser técnico de Independiente”, pero hace unas semanas insultó a un plateista que lo cuestionaba. Y eso que fue campeón hace poco más que un año. Es realmente muy difícil disfrutar en el fútbol argentino. Guillermo se exilió en Los ángeles, mientras que Arruabarrena lo hizo en Arabia, perder con River los liquidó. A Troglio lo echaron del club del cual es ídolo. Podría seguir con Zubeldia, Crespo, Lavallen, Sciaqcua, Cocca, Ferrari, al que rajaron como un perro de su casa, igual que a Bauza, Bidoglio, Vojdova y compañía, no nos engañemos, es imposible disfrutar en este contexto donde lo único que sirve es ganar. Ustedes creen que Lionel Scaloni está disfrutando ser entrenador de la Selección?