La Libertadores 2021 arrancó con las polémicas de siempre: penales, penales, y más penales, siempre River Plate en el medio. La infracción de Martínez a Borja no cobrada anoche en el Monumental es un escándalo similar al affaire Pinola-Benítez.

Nunca vi una parcialidad tan aterradora, y eso que miro fútbol hace 40 años. Hace cuatro temporadas, desde la copa del 2018, que hablamos de penales mal sancionados a favor de River, o no cobrados en contra, con o sin VAR, la verdad es insoportable, por la transparencia de la competencia la Conmebol debe hacer algo, cómo puede ser que en cuatro ediciones consecutivas de la Libertadores de América, siempre este el equipo de Napoleón en el ojo de la tormenta? La historia comenzó en la primera fecha, en Río de Janeiro, penalcito a Borre, y claro penal de Angeleri no sancionado para el Flu, cuando al partido le restaban 15 minutos. Segunda fecha, penal gigante sobre Borja, que el árbitro paraguayo designado para la ocasión ignora, 20 minutos de juego, partido igualado 0-0 cómo se puede creer que el colegiado guaraní no vio semejante infracción, que además era expulsión del central millonario? Es imposible que no lo haya visto, la respuesta es que no lo quiso cobrar. Porqué? O porque lo mandan a favorecer a un equipo, o porque no tiene personalidad, situación que jugando sin público pierde todo tipo de fortaleza. Ambas decisiones cuestionadas en esta nota, definían resultados de los dos primeros partidos del grupo, podía ser 2-1 para Fluminense, y podía ser 0-1 para el buen equipo de Perea, Junior de Barranquilla. Ponete las pilas Seneme, estás arruinando el torneo más lindo del continente, y dejando mal parado al River de Gallardo, equipo al que se trata de favorecer.