La decisión del Ministerio de Salud le permitió a Riquelme encontrar un proyecto de juego afín a su paladar, y porqué no hasta cierta mística, entre tanto histórico apoyando está actuación boquense, tipos como Giunta, Serna, Ibarra, y tantos referentes de la más pura cepa azul y oro. En medio de la oscuridad del VAR y la eliminación injusta ante el Mineiro, apareció la luz de los juveniles y el talento de Barco, Mancuso, Vega, Taborda, Escalante y Bodancer, entre tanta pelea, tironeo y trauma con la Liga y Tinelli, llegó la salud de los pibes para sembrar la ilusión a futuro que parecía pérdida. Quién iba a decir que el sueño de Macri de los juveniles sea  lo que le permita a Román ser feliz en Boca? El fútbol argentino, como la vida misma, es demasiado inseguro para planes futuros, pero sabiendo que el contrato de Russo vence a fin de año, Sebastián Battaglia puso su fichita para tener su chance en el 2022, un nuevo mundo se abre para Boca a partir de esta noche.