El DT de Boca demostró que no hay privilegios dentro del vestuario, limpió a Benedetto y a Rojo del partido del miércoles por copa Argentina por faltar al entrenamiento del domingo. Eso es liderazgo, autoridad bien entendida.

Sebastián Battaglia no debe haber faltado a un entrenamiento en toda su vida. Aprendió de un conductor de raza como Carlos Bianchi que el respeto al grupo esta por encima de todo. Más allá de sus limitaciones como entrenador, hasta donde sabemos las reglas de conducta en el vestuario de Boca se cumplieron siempre. Así fue como quedaron afuera de un partido con Newells Villa, Cardona y Zambrano por un acto de indisciplina. Alan Varela tuvo que purgar una semana entrenando en la reserva por una inconducta, mientras que Almendra directamente no regresó más a la primera división del club, en su caso la falta de respeto al DT hizo que no haya vuelta atrás. Está vez le tocó a dos referentes muy importantes dentro del vestuario, pero al técnico xeneize no le tembló el pulso. Es más, Battaglia espera un gesto de parte del goleador, una declaración bancando la decisión del jefe del vestuario, así como en su momento despotricó contra la conducta de los pibes del club. En un contexto de triunfos, el tipo más ganador de la historia de Boca Juniors tiene aún más espalda para sacar de un partido importante a dos figuras del equipo. Manda Battaglia, más líder que nunca del vestuario, historia terminada.