Bielsa y los odiadores
  • 13 de julio de 2020


El loco siempre genera pasiones, a favor o en contra, nunca pasa desapercibido. Buena parte de la patria futbolera se ve atrapada por su campaña en la B de Inglaterra, solo Marcelo consigue algo así.



Así es Marcelo Bielsa, genera pasiones siempre, a favor y en contra, pero nunca pasa desapercibido. Algunos creen que es la tercera escuela del fútbol argentino, marcando un camino distinto a los de Menotti y Bilardo, enorme mérito que no han conseguido estrellas como Bianchi, Simeone, Gallardo, Pochettino o Sabella. Gran parte de la prensa se arrodilla ante sus valores, convicciones, capacidad de trabajo y honestidad intelectual, pregunto, los otros DT son deshonestos? Creo que allí radica el problema de los bielsistas, para defender a su entrenador, se exagera en sus cualidades, que no son únicas, ni de su propiedad exclusiva. Sin dejar de lado que lo más importante de un técnico, es lo que se ve dentro de la cancha, lo que se expresa su equipo en un campo de juego. Será que como últimamente no hay tanto que destacar en cuanto al juego, se lleva la discusión y el debate al terreno de los valores, a cuestiones extra futbolísticas?
Marcelo Bielsa es un sabio, tiene una capacidad de expresión y explicación que excede al ámbito del fútbol, de eso tampoco hay dudas. Tan cierto como que su carrera fue en decadencia desde el  fatídico mundial 2002 hasta hoy. Campeón con Newells, finalista de la Libertadores, campeón con Vélez, eliminatoria brillante con la Selección Argentina, todo marchaba viento en popa, algunos hasta lo marcaban como el mejor DT del mundo, pero el derrumbe en Corea y Japón fue un antes y un después en su trayectoria. Qué le pasó al loco en Asia es difícil de entender, cómo fue capaz de cometer tantos errores juntos. Riquelme afuera de la lista, Saviola lo mismo, Caniggia adentro jugando en Escocía con 30 y largos años, Cavallero al arco, Bati o Crespo, nunca juntos, una preparación física muy rigurosa, demasiados errores para un genio como él. El hincha argentino en su gran mayoría nunca le perdonó semejantes desatinos, allí es donde aparecen los odiadores seriales del fútbol a tildarlo de fracasado eterno. Falso de falsedad absoluta, pero Bielsa acusó el golpe y a partir de allí se define a sí mismo cómo alguien acostumbrado al fracaso y no al éxito. Las estadísticas le dan la razón. Ganó en Atenas 2004 la medalla de oro, perdió una final increíble en la copa America de Perú 2004 contra los suplentes de Brasil, se quedó sin energías, y se exilió en Chile. Su revolución aún se recuerda en esas tierras, a pesar de la eliminación categórica ante Brasil, en los octavos de final de Sudáfrica 2010. Su legado trasciende los resultados. En Bilbao ocurrió lo mismo, a pesar de perder dos finales por paliza con el Barcelona de Guardiola y el Atletico del Cholo, en copa del Rey y Europa League. En Marsella también vivió una temporada de amor, que se derrumbó en el segundo año, en Lille lo echaron muy rápido, más tarde dejó plantado a la Lazio, que lo esperaba con el contrato listo para firmar. Bielsa en estado puro. Son 16 años sin un título, racha que puede quebrar en estos días. El loco encontró su casa en Leeds, la serie de Amazon sobre su primera temporada es extraordinaria, hay que verla si amas al fútbol. El torneo es difícil de ver, seamos buenos, exageradamente rústico, poco atractivo, la Premier lo espera con Pep, Mou, Kloop, Ancelotti y compañía,  allí podremos medirlo otra vez en un fútbol competitivo. Mientras tanto, acostumbrado a los fracasos deportivos, y al estigma del 2002, Marcelo Bielsa disfruta de sus revoluciones en cada sitio en donde le toca dirigir, esta es su gran victoria.

COMENTARIOS

No han dejado comentarios

Escriba su comentario

Nombre (*)
Email (*) (no será publicado)
Mensaje (*)



Código de Validación
(*) Datos obligatorios