Edinson Cavani no es sólo un refuerzo para intentar ganar la séptima, se transforma en la carta ganadora de Riquelme para las elecciones de fin de año. El ídolo pone toda la carne al asador, partido despedida con Messi, más Cavani para tener 4 años más.

Edinson Cavani es un refuerzo de jerarquía, está muy bien traído, después veremos que puede aportar a los 36 años de edad, dejado de lado por la élite europea. Por supuesto que no podrá ganar la séptima él sólo, pero el uruguayo te asegura un salto de calidad necesario para cualquier equipo que desee jugar la final del Maracaná a fin del 2023. Si analizamos el clásico Independiente-Boca, hasta la genialidad de Fabra que abre el triunfo, el equipo fue un verdadero desastre, así las cosas al charrúa se le va a complicar mucho ser figura. Almirón deberá encontrar un equipo, un funcionamiento, y hacer una estructura que juegue para Cavani, si lo consigue tendrá muchas posibilidades de quedar en la historia de Boca como el entrenador campeón de la copa más deseada.

Cavani es un refuerzo de lujo, mucho más que incorporaciones como las de Janson, Blondel, o la vuelta de Campuzano. Es la contratación de la que echará mano Riquelme de cara a diciembre para intentar convencer al socio que lo vote por 4 años más. Es el refuerzo con el que intentará maquillar una gestión esencialmente conflictiva, con un manejo del fútbol más que discutible, polémico, y por momentos hasta irritante. Pero Román juega sus cartas, hace bien, está en su derecho, es lo que debe hacer, se aferra al poder, de los goles que haga o no Cavani estará atado su poder en Boca.