Sus detractores deberán esperar un poco más para verlo besar la lona, le ganó a Boca por primera vez como DT, sueña con la Sudamericana, los colombianos fueron decisivos, le salió todo bien, mientras que Boca fue una sombra.......

Le quedan dos balas al conjunto de la ribera, la Liga profesional con el clásico frente a River como primer mojón, para por lo menos clasificar a la Libertadores por la tabla anual de puntos, parar a Vélez parece demasiado para este Boca tan frágil, o la Copa Argentina con el desafiante Gimnasia del uruguayo Marcelo Méndez como obstáculo en cuartos de final, una oportunidad para ser campeón, sumar estrella, y de paso entrar a la Libertadores del 2025 de forma directa. Si el equipo de Martínez pasa al lobo luego deberá enfrentar a Independiente o Vélez en semifinal, digamos que tampoco es una papa ganar este trofeo.

En síntesis, Boca está complicado, afuera del principal objetivo del año que era la Sudamericana, eliminado de la copa de la Liga por un paupérrimo Estudiantes, se juega todo en los próximos dos meses para intentar cerrar la temporada 2024 de forma decorosa. Riquelme esta entre la espada y la pared, un Román fuerte colgaría a Pol Fernández, no lo hace porque esta débil y pagaría el costo político de debilitar al equipo, un presidente con el carácter del ídolo echaría a Martínez, no lo hace porque quedaría expuesto también de haber tomado una mala decisión. Boca tiene un plantel grande con referentes que te dejan a gamba muy seguido como Cavani, Rojo, Advíncula, ahora Medel, y a veces hasta Chiquito Romero. Ya se acerca noche buena, ya se acerca Navidad…y los bosteros siguen esperando su regalo para el arbolito.