El off-gate se cortó por lo más fino, rodó la cabeza de mi amigo Ricky Dasso, jefe de prensa del DT millonario, cuando quien se fue de boca en los dos encuentros que tuvo con el periodismo fue el propio entrenador de River.

En la vida se puede ser buen o mal entrenador, Martín Demichelis aún está en estudio, construyó un muy buen equipo, salió  campeón de la Liga profesional de manera indiscutible, pero fracasó en las competencias mano a mano, tanto con Talleres en copa Argentina, como con Inter de Porto Alegre en la Libertadores. Lo que no se puede nunca, o por lo menos hay que tratar de evitar a muerte es defraudar a un amigo, fallar como ser humano, que es lo que hizó Micho con tal de aferrarse al cargo de técnico de River.

Demichelis le comunicó a Dasso que no sigue en su puesto de trabajo al regreso del viaje a San Nicolás con triunfo 1-0 sobre la Católica. En su momento, Ricardo decidió dejar dos trabajos  a fin de año pasado, tanto en La Red como DirecTV, para acompañar a su amigo en este desafío de dirigir a River en la era pos Gallardo, luego de muchas charlas se la jugó entero por estar en el cuerpo técnico de Demichelis. El entrenador le pagó soltandole la mano en la primera crisis fuerte de su gestión en Núñez. 

Es un muy mal gesto de un líder, entregar a un amigo para congraciarce con el plantel y poder continuar con su trabajo, a quién entregará en la próxima crisis? Martín Demichelis me decpcionó, una verdaera lástima.