EL ENIGMA SCALONI
  • 05 de junio de 2019






A dos semanas del inicio del certamen continental, hay pocas certezas y muchas dudas sobre qué forma de jugar adoptará el equipo albiceleste. El técnico no administró bien el tiempo de pruebas y, nuevamente, todo indica que el equipo se encomendará a lo que pueda hacer Messi.

Pensar en que Lionel Scaloni haya buscado seriemanete una idea de juego desde que asumió en la Selección parece ser un oxímoron. Desde que asumió, el entrenador se ha encargado de boicotear toda posibilidad de lograr sociedades, sistemas o movimientos que puedan hacernos suponer que la Argentina llega medianamente preparada a la Copa América. 

En los ocho amistosos que tuvo al frente del combinado albiceleste ha variado de manera alevosa en nombres y esquemas y, quizás, lo único que se ha visto es el intento de jugar con la pelota al piso. ¿Quién es el arquero titular? No sabemos ¿Cuál es la dupla central? Tampoco hay precisiones. ¿Cómo será el mediocampo? Carecemos de certezas. ¿Qué esquema se va a usar? Es una incógnita. No obstante, intentaremos develar todo esto a partir de algunas señales. 

A menos de dos semanas del comienzo de la competencia lo único seguro es que Otamendi será uno de los centrales, que Saravia será el lateral derecho y Tagliafico el izquierdo y que Agüero será el ‘9’, más por presión popular y por su rendimiento inapelable que por convencimiento del ‘Míster’. Obviamente Messi también es número puesto. Después, todo es nebulosa. 

La lesión de Exequiel Palacios le dio la posibilidad de corregir una lista a la que le faltaba un volante de marca y ahí apareció Guido Pizarro, que ni siquiera había estado en los 40 preliminares y nunca fue parte de este ciclo. No obstante, el plantel pedía un jugador de esas características, donde solo aparecía como alternativa Guido Rodríguez. 

La invitación constante de paso a los rivales que hicieron Leandro Paredes y Giovanni Lo Celso cuando hicieron dupla en el centro de la cancha hacen pensar que un contención se sumará a los iniciales para modificar del 4-2-3-1 al 4-3-3. Esto haría que, lógicamente, el rosarino se adelante a una zona más de ¾, lugar donde concretó una muy buena temporada en Betis. 

Esa corrección posicional da lugar a que Guido Rodríguez y el propio Pizarro (ambos en una liga de segundo orden) disputen ese vértice más retrasado del triángulo que podría plantear Scaloni. Los cuatro en el fondo, dicho por el propio DT, son una fija y eso nos deja como pregunta final quiénes arrancarán como delanteros. 

Para sumarse al peso propio de Lionel Messi y Kun Agüero, a priori, la carrera por la punta izquierda parece ganarla ángel Di María. Esto responde por un lado a la muy buena temporada que tuvo ‘Fideo’ y, por el otro, a que no hay un jugador de su jerarquía en ese lugar. Ni Rodrigo De Paul ni Matías Suárez están en condiciones de discutir esa titularidad y Marcos Acuña hoy parece ser considerado solo como lateral.

Marchesín; Saravia, Pezzella, Otamendi, Tagliafico; Paredes, Rodríguez, Lo Celso; Messi, Agüero, Di María fue el 11 que venció 5-0 a Newell’s en una práctica a principios de semana. Con tan poco tiempo por delante y apenas un partido más de práctica, da la sensación que no habrá muchas más variantes respecto a ese equipo. 

Hay algo que es cierto. Más allá de los nombres que puedan ponerse o el sistema a utilizar, la Argentina deberá nuevamente encontrar el rendimiento con el correr de los partidos. El equipo parece nuevamente encomendarse a la suerte de lo que pueda hacer Messi hasta poder comenzar a lograr algunas cuestiones mínimas de movimientos que pida el entrenador.  

Más allá de todo y como casi siempre la Selección es candidata en el torneo continental, fundamentado en sus individualidades y en que el resto de los equipos están en un proceso de recambio. Sin embargo, también es verdad que el poco tiempo que tuvo para afianzar un plan de juego se desperdició en pruebas tanto de esquemas como de jugadores que, todos sabíamos, no iban a ser utilizados en esta competencia. 

La ilusión que podamos tener de campeonar en este torneo estará mucho más fundamentada en la ilusión que en la razón. Ahora será tiempo de mirar, esperar que las cosas vayan de la mejor manera y sacar conclusiones una vez finalizado el torneo, con un DT que sigue “en evaluación” y el coqueteo con la figura de Marcelo Gallardo que aparece de manera constante en los últimos meses. 

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