Boca volvió a regalar prestigio en la cancha de Banfield, cayó ante el último del torneo con un primer tiempo de fin de ciclo, donde el único que salió a jugar fue Chiquito Romero, un equipo sin fútbol y sin actitud. Hasta cuándo???

Cansa escribir siempre lo mismo, Boca no tiene estilo ni idea de juego, a esta altura creo que no pasa por si es 4-3-3 o 4-4-2, si un volante más o un delantero menos, falta funcionamiento, y sobre todo liderazgo del entrenador para ponerle su sello al equipo, cosa que no ha conseguido en casi un año de trabajo. Los que más lo conocen a Ibarra cuentan que tiene ganas de sacar a Fabra, Villa, y Pol, justamente los preferidos de Román, no lo hace, así no se puede. 

Boca sigue deambulando por la vida, sin proyecto, sin futuro en grande, sin poder ilusionarse, ni siquiera prepararse para ganar la séptima, es apostar a seguir sumando estrellitas locales como la que se obtuvo ante Patronato con la que se intentó relanzar la gestión Riquelme, opereta que duro horas.  Los primeros 45 minutos de Boca anoche fueron vergonzozos, salvados por un gran Chiquito Romero que evitó la goleada. Pero la historia es la misma de siempre, por ahora Román no le suelta la mano a su amigo Ibarra, un fundamentalista de la causa Riquelme, mientras así sea Boca seguirá navegando en la tristeza de saberse un equipo limitado que no está a la altura de Boca.