El farsante
- 10 de abril de 2021

Especialmente que finge lo que no siente o se hace pasar por lo que no es para obtener algún rédito de ello. Podría caber también la definición de impostor: que se hace pasar por otra persona o por lo que no es.
La sonrisa de Marcelo no miente, está feliz, exultante como pocas veces, sólo recuerdo un rostro tan radiante de Bielsa cuando clasificó al mundial del 2002, de forma anticipada en la altura de Quito, tras una gran actuación de la Argentina, y victoria con un golazo de Verón. Podríamos comparar también este éxtasis, con la locura generada cuando consiguió el ascenso con el Leeds United hace poco menos de un año. Tres fotos de placer inigualable, en un tipo que vive con un rostro pétreo, tratando de no transmitir emoción alguna, en una carrera de casi 35 años.
La locura y la contradicción de este genio no tiene límite. "Merecimos ganar, pero lo justo hubiese sido que gane el City", a ver Marcelo, para un hombre tan brillante como usted, es fácil advertir, que si no fue justo el triunfo, es porqué evidentemente no lo mereció. Lo realmente particular de este éxito ante el puntero de la Premier, el conjunto de Pep, que utilizó muchos suplentes por la revancha de la Champions el martes, es de la forma en que se consiguió, defendiendo todo el segundo tiempo con 10 hombres en su área, colgado del travesaño. es decir, todo lo contrario al estilo Bielsa. El rosarino es un amante de las formas, de los caminos, de las maneras con las que se llega o se consigue una victoria, sin embargo, la felicidad más grande como entrenador en la liga inglesa, se la dio un 2-1 de contra, defendiendo con 9 hombres en su campo, sin pasar la mitad de la cancha, sólo faltaba el Bambino Pons gritando "saque si quiere ganar". Y esa postura no fue consecuencia del dominio que impuso el Manchester, es el camino que eligió Bielsa cuando expulsaron a Cooper al final del primer tiempo, y decidió sacar a su único punta, goleador del campeonato, y tal vez el mejor jugador de la temporada, Patrick Bamford, porqué lo hizo? Porqué tenía perfectamente claro que se iba a colgar del travesaño, habiendo otros caminos, sobre todo para Bielsa. Cuántas veces vimos equipos que no se defienden de está manera a pesar de jugar con 10 futbolistas? Miles. Los que hoy lo justifican, son los mismos que humillan a Simeone cuando se defiende contra una potencia de Europa, pero son tan farsantes e impostores como su ídolo, y por eso justifican de manera fanática lo de hoy. Está mañana de sábado marcará un antes y un después en la carrera de Bielsa, será el partido donde llegó a la felicidad más absoluta y plena, por el sólo hecho de ganar, dejando de lado 30 años de filosofía futbolística.
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