La derrota del Mineirao es mucho más que una caída. Fue una paliza que el River de Gallardo jamás había recibido. Napoleón tiro la toalla en el minuto 73 sacando de la cancha a Suarez y Álvarez, para pensar en Gimnasia por la Liga el domingo.

River no tuvo plan en Belo Horizonte, esta vez no hubo estartegia ni magia por parte del muñeco. Fue un suicidio, apostar a que la mística de Maidana le de al equipo el espíritu que había perdido, recuperar la chapa del Bernabéu con un símbolo que tuvo que ser reemplazado a los 25 minutos de juego,  la ilusión duro pocos instantes. A los 8 minutos Mineiro ya había tenido tres mano a mano para liquidar la serie. Cuca, un estratega brillante, le opuso a Vargas, Hulk, Savarino y Zaracho, a la línea de tres millonaria que hizo agua toda la noche, atacaban cuatro, y sólo defendían tres, cada ataque de los brasileños era medio gol.