Todos fuimos a la bombonera a ver el debut del uruguayo Edinson Cavani, terminamos viendo al talentoso Valentín Barco, la fuerza de Advíncula, y las atajadas de Chiquito Romero en los penales. Lo primero que me sorprendió fue....

La posición del número 10 xeneize, Almirón lo tiró al costado izquierdo, donde el uruguayo se limitó a tocar y buscar, creando una sociedad interesante con el colo Barco. Esperabamos un matador dentro del área, nos encontramos con otra cosa. Obviamente que le falta ritmo de fútbol, y rigor físico para la competencia sudamericana que no es fácil. Con la salida de Merentiel, Cavani si se convirtió en la referencia de nueve anhelada, allí casi pellisca la pelota en el segundo gol de Boca, y se perdió un gol increíble de zurda abajo del arco que hubiese definido la serie. Cuando se ponga bien por la jerarquía que tiene seguramente se cansará de hacer goles, por ahora se nota un Cavani fuera de estado que no puede ser el jugador franquicia que se fue a buscar, tiene crédito necesita tiempo.

Boca necesito los penales para eliminar a un equipo limitado como Nacional, a pesar de estar dos veces en ventaja, ya está en cuartos de final, hoy no parece candidato a ganar la copa, pero mientras tanto avanza. Todavía no hay equipo, Almirón deberá trabajar mucho más, y el consejo seguir reforzando el plantel, Blondel y Janson no jugaron siquiera un minuto, para que Boca pueda estar el 4 de noviembre en la final del Maracaná.