Javier Mascherano no deja pasar oportunidad para estar cerca del poder la AFA. Hombre de confianza del presidente de la calle Viamonte, prepara su desembarco en la Selección.

El desastre de Rusia lo obligó a renunciar. No daba para más. Hace rato que todos lo sabíamos. Sampaoli también, pero no se animó a cortar por lo sano. El chico de San Lorenzo perdió la noción del “nosotros” de Sabella, para cambiarlo por el “yo”, o por el “bien de mis amigos”. Su gran mundial en Brasil 2014 y todo lo que vino después, confundió a Javier Mascherano. Con la gloria de los Masche facts y publicidades por doquier, se desnudó en su libro “Mis valores en el fútbol y en la vida”. Allí, léanlo por favor, confiesa que sentía que esta Selección la sentía suya, que le pertenecía, que era su equipo. Va más allá sosteniendo que prefería perder con sus amigos en la Selección, antes que ganar cosas con jugadores que no pertenecían a su grupo. Y los intereses de la Selección Argentina? Lamentablemente quedaban al margen. También reconoce que de lo único que se arrepiente en su carrera con la Selección , es no haberle dicho a Maradona que había que jugar distinto ante Alemania en Sudáfrica 2010. No se animo. Lo hizo 8 años más tarde con Sampa, así nos fue, también nos comimos cuatro, pero con Francia.

Renunció, pero nunca se fue. Apareció en la gira de Cordoba de diciembre de 2018, esta semana se junto con Tapia en China, y ahora hasta se habla de su vuelta al equipo en los Panamericanos de 2019. No lo hagas Bocha querido! Mascherano ya es entrenador. Tiene las puertas abiertas del predio de Ezeiza para ser manager o DT. Indefectiblemente lo será en algún momento. No me gusta. Es el mismo que hoy reconoce abiertamente que le sobró un mundial. Le hubiese dejado el lugar a un compañero mejor....Una pena que con los hechos Mascherano haya cambiado aquello que lo hizo importante en la Selección, ponerse por delante del interés colectivo.