El negro no puede
  • 20 de julio de 2022


Hugo Benjamín Ibarra no le encuentra la vuelta a la primera división de Boca Juniors. Cuentan que tampoco se la encontró a la tercera división. Hasta se lo ve incomodo, sabiendo que está de paso para limpiar un plantel al antojo de su amigo Román.



Desde el momento que llegó a ser DT de Boca, y su primera decisión fue sacar al capitán, además de uno de los mejores jugadores del equipo, perdió credibilidad ante los hinchas, y sus propios dirigidos, todos sabemos que no es una decisión técnica. Luego aceptó a Roncaglia, en el camino estuvo a punto de sacarle el brazalete de capitán a Rojo, todas ordenes emanadas del consejo de fútbol de Boca. Lo más importante de todo por supuesto es el rendimiento del equipo y los resultados, en dos de los tres partidos que dirigió Boca dio lástima, tanto en el clásico con San Lorenzo de Almagro, como en el Diego Armando Maradona, acumulando sendas derrotas que lo alejan de la punta. Boca no tiene idea de juego, carece de estilo, depende de sus individualidades, que están lejos de su mejor nivel. En el duelo contra Argentinos Juniors, ante un entrenador muy táctico como Gabriel Milito, armó mal al equipo con sólo dos mediocampistas de contención, el bicho le llenó la cancha de volantes, le manejó la pelota, y lo pudo golear en el primer tiempo. El interinato de Ibarra, confirmado hasta fin de año, se asemeja a un viacrucis que nadie sabe cuando terminará, su final lo determinarán los resultados, y el humor o mal humor de Riquelme.

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