Edinson Cavani llegó para hacer goles que le den a Boca la séptima Libertadores, está en carrera para conseguir el objetivo. Lo extraño es la función del uruguayo dentro del campo de juego. No juega como un 9 de área, no patea al arco.

Hasta ahora lo que se puede destacar de Cavani por sobre todas las cosas es su sacrificio. El domingo ante Tigre, por ejemplo, marcando a Prediger por todo el campo de juego. El tipo es un fenómeno, perfil bajo, profesional, solidario, un verdadero ejemplo, pero no está haciendo lo que se esperaba de él: GOLES. Hasta ahora sólo uno contra Platense en 5 partidos, ninguno en la copa, aunque marcó su penal en la definición ante Racing.

Además de su conquista ante el calamar esto es lo que generó el histórico goleador de la celeste: un tanto increíble que se perdió con Nacional abajo del arco en su debut en la bombonera, un cabezazo salvado por Arias ante Racing en el partido de ida de cuartos de final, como así también un mano a mano mal resuelto en Avellaneda. Frentre a Tigre no tuvo oportunidades, por eso tuvo que ejecutar un tiro libre para ver si podía mojar.

El Bambino Veira me decía anoche en Radio La Red, "Cavani está jugando equivocado", marcando que el debe estar en los últimos 30 metros de la cancha para definir los ataques xeneizes, para eso también sus compañeros deberán buscarlo más, aunque sea tirarle centros para que el charrúa se pueda lucir y gritar goles, ni más ni menos que para lo que lo fueron a buscar.