Boca Juniors se desangra por la grieta. Bermudez arremete contra Tevez. Ameal va por la gestión Angelici. En el medio, Parques eólicos, política nacional, carpetazos, auditoría, informes, y una batalla que puede terminar en la justicia.



Boca equivoca el camino. Riquelme, Bermudez y compañía, se desgastan y pierden tiempo hablando de obras, del predio de Ezeiza, de terrenos en Casa Amarilla, de pases, comisiones y auditorías, cuando el socio de Boca los votó para ganar la séptima Libertadores, y terminar con la paternidad cruel del River de Gallardo sobre Boca. Si realmente piensan y creen que los votaron por su capacidad de gestión, su conocimiento en marketing y finanzas, están viendo otro canal.
Llama más la atención, porque está dirigencia arrancó con el pie derecho, ganándole un torneo local mano a mano al River de Napoleón. En vez de potenciar eso, lo deportivo, lo más importante, van al terreno que el consejo de fútbol menos conoce, la contabilidad y los números. Si hay un flanco débil para entrarle a Daniel Angelici, son las derrotas contra River, cinco mano a manos consecutivos, dos finales pérdidas contra el clásico rival, y ni hablar del Bernabeu. Hasta podrían endilgarle que también perdió en el escritorio, tanto en la Conmebol como en el TAS, y como yapa que quiso irse de la bombonera para construir un nuevo estadio.
Ahora, si vamos a los números, ventas, contratos, publicidad, y marketing, creo que es el punto fuerte de la gestión Angelici, desde los socios adherentes, hasta la venta de Balerdi en 15 palos verdes. Boca hizo mejores negocios y contratos que River, aún siendo derrotado en la final más importante de la historia. Entonces, para qué perder tiempo discutiendo de números, si el socio de Boca te eligió para viajar a Japón, no le veo sentido.

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