Se bajó Colombia, vamos a la Argentina. Cristina no quiere, vamos a Brasil. Cómo? Millones de contagiados, cientos de miles de contagiados, en estados exóticos, a puertas cerradas, no importa, hay que jugar, hay que cobrar los derechos...

Así funciona la lógica de la Conmebol. Hay que jugar, como sea y dónde sea. Por eso pasó lo pasó en Barranquilla en el partido entre Junior y River por la Libertadores, cuando terminaron jugando entre gases y explosiones en medio de un estallido social, porque el show debe seguir, cueste lo que cueste. No importa cómo ni en que condiciones. Lo que está pasando con esta edición de la copa América llega a ribetes ridículos. Primero, porqué está es una Copa América inventada, la verdadera copa América fue la del 2019 disputada en Brasil, ganada por los locales en buena ley. Además de ser un invento para facturar, se repite la localía, lo que generó la bronca de Ricardo Gareca por la clara ventaja que estos significa para el elenco de Tité. A once días del inicio de la competencia, no sabemos ni dónde se juegan los partidos, ni cuándo, ni a qué hora, un verdadero papelón. En Europa ya está todo claro para la Eurocopa, que arranca el mismo día, y hasta podrán concurrir los hinchas a los estadios.