La Copa de la superliga es un torneo forzado, no hay dudas. Su primer fin de semana fue muy flojo, de eso tampoco. Esto nace del mamarracho que dejo Grondona, un torneo impresentable de 30 equipos.



Buena parte del país se queja del centralismo por Boca y River de parte de la prensa. Aquí tienen un fin de semana de fútbol sin ellos. Los extrañaron todos, no solo sus hinchas, ni los que viven o vivimos, para ser más justos, del rating que generan uno y otro. No quiero apresurarme a condenar a esta copa, porque la vida y el fútbol sobre todo, da sorpresas, y tal vez los choques que vengan en el torneo sean maravillosos. Sin embargo, la idea de prescindir de los seis mejores en los dos primeros fines de semana, no fue feliz. La programación no entusiasma ni al más fanático del fútbol argentino. La gente se volcó al Sub 17, a GOT (juró que no vi ni veré nada), a Tiger Woods, o al fútbol europeo. Encima, el partido estrella, San Lorenzo-Huracán, fue un espanto. Solo se salvan Belgrano-Lanús y Argentinos-Independiente. El resto, mamita, que difícil ver esos partidos! Vamos a la raíz del problema. En el 2014, poco antes de la final del mundo perdida en el Maracaná y su muerte, a Julio Humberto Grondona, se le ocurrió un último capricho, 10 ascensos de la B Nacional a primera división, un torneo de 30 equipos, bien Federal, bien demagógico, propuesta a la que ninguno de los grandes y corajudos dirigentes que hoy tenemos, se les dió por rechazar. Resultado, una temporada o varias,  tiradas al tacho. Imposible un torneo de ida y vuelta con 30, 28, 26, o 24 equipos como habrá en la próxima, si nos cuesta terminar una rueda!!! Como extrañamos aquellos torneos cortos de 19 fechas, cómo se dice ahora, eramos felices y no nos dábamos cuenta. Entonces, a inventar se ha dicho. Esta copa de la Superliga, que ya fue cambiada para el próximo año, Deja claro que no le gusta ni siquiera a los que la organizaron. Alguien se puso a pensar que los 10 clubes que queden eliminados el próximo fin de semana tendrán tres meses sin competencia, que se suman a los de diciembre y enero pasados. Es decir, que sus equipos habrán competido solo 7 de los 12 meses del año posibles. Eso si, cumplimos con las vacaciones de los futbolistas para que Marchi no se enoje. Por Dios....en fin,  llevará años o décadas, arreglar al fútbol argentino luego de una “democrática dictadura” de 33 años como la definió el maestro Macaya Márquez. 

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