A río revuelto, ganancia de pescadores. Agustín Rossi se convirtió a fuerza de atajadas, penales, y títulos, en el futbolista preferido del hincha de Boca. Así como en algún momento el pueblo boquense eligió a Benedetto, hoy ese lugar lo ocupa el 1.

Boca sigue en una encrucijada, trajo a Chiquito Romero para que ataje, el propio arquero se ofreció para ser titular en el clásico con Racing, pero la realidad es imperativa, manda el mensaje de los hinchas xeneizes, de una magnitud inesperada para el club: "Rossi es de Boca, y de Boca no se va", en un momento de vacas flacas, no le podes tocar a los hinchas a su preferido, originando un verdadero problema para Boca que vive de las calenturas de Riquelme. Por una bronca echó a Battaglia, Guardiola en comparación con Ibarra, por otro impulso sacó del equipo al capitán Izquierdoz, juega Roncaglia, mientras que la última calentura fue contratar a Sergio Romero para limpiar a Rossi, que se atrevió, tuvo el tupé de rechazar la propuesta gigante del consejo de fútbol de Boca. Pero ahora a Rossi no lo pueden sacar, es figura todos los partidos, menudo entuerto sin solución a la vista.