Es cierto que hubo un penalazo de Neuer a Higuaín, discutible en las bibliotecas, como aquellos que entienden que no hubo falta de Dede a Andrada cuando le fracturó la mandíbula, ilógicos totales, pero respetables al fin. Una prueba que derrumba el mito que Don Julio manejaba todo, él puso al Tano Rossati a dirigir la final, pero aún así no le dio la pena máxima.

Vamos a la calidad de las chances que tuvimos para ganar lo que hubiese sido nuestra tercera copa del mundo. La del Pipa es muy clara, pero hay dos elementos para tener en cuenta, el factor sorpresa que no espera ese fallido pase atrás de Toni Kroos, y que remata en el borde del área, pifia feo, es verdad, pero no es que estaba abajo del arco. 

Luego viene la de Leo, a mi entender la más clara de todas, pase de Biglia, jugada elaborada, Messi dentro del área, con pelota dominada, controla el balón, elige el lugar, tiene tiempo y sin embargo.....falla. Falla cuando Leo no puede fallar, yerra cuando ha convertido 100 goles como ese en el Barcelona, nos duele tanto esa mala definición que preferimos sacrificar al protagonista menos pensado en la final.

Aquí es cuando llega a escena Rodrigo Palacio, centro cruzado de Marquitos Rojo, ha hecho sus contribuciones a la Selección a pesar de todo, el ex Boca tiene que bajar la pelota ante la presión de un defensor alemán y la salida del felino Neuer que prácticamente le achica todo el arco. En su contra, estaba dentro del área, pudo ser el Gotze argentino, no lo fue. Sigo pensando que la de Messi fue más clara. Rodrigo Palacio nunca más fue convocado a la Selección Nacional, Gonzalo Higuaín se tuvo que retirar del equipo por los memes, Messi sigue siendo el capitán de la Selección y sin poder triunfar. Háblenme ahora de periodismo tendencioso.