Es el famoso “quiero un 11 que salga de memoria” de Coco Basile. El River de Gallardo va por otro lado. Se basa en optimizar todos sus recursos, variando nombres y esquemas. Tomando de referencia el equipo que anoche triunfó ante Alianza Lima, podemos sacar algunas conclusiones. Martínez Quarta fue el acompañante de Pinola, pero tranquilamente puede jugar Rojas en ese puesto. Sin Casco, el lateral izquierdo puede ser de Angileri, de Nahuel Gallardo, de Mayada o hasta de Pinola, como ocurrió ante San Martín de Tucumán. También tiene la variante de jugar con línea de cinco defensores, como hizo en la primera final de la Libertadores en la cancha de Boca. Si analizamos la mitad de la cancha, Gallardo puede jugar con Ponzio o Zuculini mas Enso Pérez, o hasta solo con el gran declarante mendocino. Nacho Fernández es titular, Ezequiel Palacios si regresa bien, estimó que también. Enganche? Sin Juanfer, pueden hacerlo Ferreira o De la Cruz, pero también puede jugar con tres delanteros, como definió la serie frente a Racing en el 2018, aquella noche alineó a Pratto, Borre y Scocco. Hoy posee aún más variantes, Matias Suárez y Julian Alvarez. Todo lo dicho demuestra la capacidad de Marcelo Gallardo como DT, pero también una constante de su gestión: no se casa con nadie.