GRACIAS
- 04 de julio de 2021

Gracias Scola, gracias Leonas, gracias a los chicos de volley, gracias a Lange, gracias a los chcios del canotaje por dejar la vida en cada carrera, gracias también a los que les fue mal pero dejaron la vida por la camiseta Argentina.
Los Juegos Olímpicos son maravillosos, son tan extraordinarios que consiguen opacar un Boca-River. Te hacen acostarte a las 4 de la mañana, y despertarte al rato para no perderte ninguna proeza de nuestro deporte, hay que apoyar y alentar, ya habrá 4 años para descansar de nuevo. Tokyo une, no tiene grieta, nos ponemos todos la celeste y blanca, salvo los tarados de las redes sociales, hirientes, casi malvados, siempre al acecho esperando un tropiezo, que lograron con sus agresiones que la adorable Delfina Pignatello se vaya de instagram.
Los JJOO te hacen llorar, ayer fueron De Cecco, que talento por D10S, y compañía, en esa batalla increíble contra Italia, haciéndonos soñar por más. Hoy fueron las Leonas, con la Dibu Martínez femenina, la gigante Belén Succhi, que sale del arco después de atajar todo contra India, para contarle a su hijito de 7 años que le lleva la medalla que le prometió cuando se fue de Argentina, sus lágrimas son nuestras también. Emocionan, nos hacen ver y disfrutar el verdadero espíritu amateur de la competencia. Consiguen competir en el primer mundo olímpico, dentro de un país de cuarto mundo, sin presupuesto, sin viajes, sin competencia por la pandemia, sin sobrar absolutamente nada, a pesar de eso, entregan el alma, dejan el corazón en cada competencia, toda su sangre, sudor y llantos también, cuando las cosas no salen como estaban previstas, o cuando se toca el cielo con las manos.
Son tan grandes los nuestros, que como dijo el enorme coach Sergio Hernández, hasta en la derrota se gana, el homenaje inesperado a Luis Scola en la paliza australiana por cuartos de final, dejó la derrota atrás, para rendir honores a uno de los más grandes que dio nuestro deporte, el batallador incansable, el goleador único, el líder de la generación dorada que llegó a su fin dentro de la cancha, pero que en nuestro corazón vivirá por siempre, porque el orgullo de ser argentino, y el legado de defender la camiseta a vida o muerte, no se irá jamás . GRACIAS eternas, gracias por siempre y para siempre.
COMENTARIOS
No han dejado comentarios
Escriba su comentario