Carlos Bianchi hizo famoso el estado de siesta en el fútbol cuando no quería dirigir. Hoy, su hijo futbolístico, lo emula desde la vicepresidencia. Hace dos semanas que triunfó en las elecciones y su gestión no posee ninguna flor.

Boca no tiene entrenador. Boca no tiene refuerzos. Boca no tiene proyecto de fútbol amateur. Boca aún no llamó a Carlos Tévez para renovar su contrato. Ya pasaron doce días de las elecciones y sólo se conocen dos acciones de las nuevas autoridades de Boca Juniors, el despido de Schiavi por parte de Raúl Cascini a pedido de Riquelme, más el reflote de una causa por la desaparición de 500 mil euros a manos de un hacker, denunciado por Angelici hace más de siete meses. Pero para los riquelmistas la gestión es un éxito. Me olvidaba, se entregaron diplomas a los nuevos dirigentes, y también, para ser justos, se dio un paso importante para mejorar la relación con la Conmebol con la presencia del 10 en la Conmebol. Me parece pobre, lo veo lento, el movimiento es escaso, no se toman decisiones. Cuatro años despotricando contra la ex dirigencia, y cuando tomas el poder te pasas dos semanas reflexionando, a días de terminar una Superliga que peleas frente a River....