Para ser el mejor no alcanza con registros individuales. Robert Levandowski metió 54 goles, 14 más que Messi, pero no lo pudo coronar con la Champions como en el 2020, para ganar el balón de oro hay que romperla, meter muchos goles, y ganar algo importante. Así como el polaco se quedo con la Bundesliga, CR7 ganó el Scudetto, además de anotar 43 goles en el año, una barbaridad, que tampoco le alcanza. Lo de Benzema fue parecido, pero su trofeo más importante es la Nation League con Francia, un torneo menor, es decir, que ante estadísticas individuales similares, entiendo que este año se impuso el criterio del título continental de Leo Messi en la Selección Argentina, la copa América del Maracaná, que además significó su primer trofeo con la Selección mayor, ninguno de sus grandes rivales ganó algo más importante que Leo, ahí se termina la discusión de Casillas y Kroos, lo de ayer no fue el papelón del 2010, donde estaba claro que Iniesta era el ganador. Creo que Messi fue un justo ganador del balón de oro en el 2021, porque en todas las otras estadísticas individuales, regates, asistencias, goles decisivos, faltas recibidas, supera a sus adversarios. Chapeau Leo, siete balones de oro es una locura.

Dicho esto, no me gustó el escache o escarnio público a Flavio Azzaro, era una noche de fiesta, el glamour de París no merecía un revanchismo barato de ese estilo.