No fue una maravilla
- 01 de enero de 1970
El regreso de Sergio Martinez al cuadrilatero tras 6 años de ausencia fue uno de los hechas deportivos mas destacados del fin de semana. La verdad, pareció que Fandiño se subió más para hacer lucir a Maravilla que otra cosa.
La caída del gallego fue un papelón, lejos de lo que se espera de un boxeador profesional. Esto no invalida la profesionalidad del púgil argentino, ni la seriedad de su entrenamiento, ni la ilusión de seguir adelante a los 45 años en busca de más peleas, y porque no de una nueva chance mundialista. Me llamaron la atención algunos gestos que se dieron durante el combate, por ejemplo el saludo de ambos antes de cada round, y la sonrisa cómplice, casi socarrona de Martínez ante cada golpe o cruce con Fandiño. Toda la noche dio la sensación de ser un show armado para el lucimiento de Maravilla, que una autentica pelea de boxeo. Me apoyó en los que más saben de la materia, por ejemplo Horacio Pagani, que dijo que "que el gallego se tiró", o el maestro Cherquis Bialo, que escribió en Infobae que ya nunca veremos a Sergio como se lo vio en su noche más glamorosa contra Chavez junior en Las Vegas. Ojalá me equivoque, ojalá este Martinez, como él mismo dice, sea mejor peleador que el que se consagró campeón del mundo. él sabe más y mejor que nadie, que para volver a lucir un cinturón de campeón mundial, deberá recorrer un camino mucho más complejo y arduo que el comenzado el último viernes en España. Ojalá que este a la altura del desafío. Ojala que vuelvas a ser campeón del mundo Maravilla.
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