Pecho frío
  • 09 de julio de 2020


Sin dudas fue la mayor contribución de Daniele De Rossi al fútbol argentino, su defensa de Messi por las críticas que recibe de los hinchas y periodistas argentinos. Instaló la discusión y el debate, tiene razón el Tano?



El Beto Marcico, con su vocabulario de potrero, lo explicó mejor que nadie. El futbolista pecho frío es el débil de carácter, aquel que no se pone el equipo al hombro en situaciones límites, teniendo condiciones de sobra. Dio el ejemplo de Bébelo Reynoso en Boca Juniors, un dechado de virtudes técnicas, que en determinados momentos de alto voltaje censure, no responde cómo se espera de él. A esos jugadores hay que alentarlos y hablarles mucho, pregona el gran Beto. 
Vamos a la discusión de Lionel Messi. Es imposible definir como pecho frío a un jugador que ganó seis balones de oro, y metió más de 700 goles con la camiseta del Barcelona. Leo es un extraterrestre, solo es comparable con Maradona y Pele. Aún así, la pulga ha tenido sus borradas históricas, así lo demuestran las tres finales con la Selección Argentina, ante Alemania y Chile dos veces. La faltó suerte? Puede ser. Necesitó que Higuain se vista de Burruchaga? También puede ser. Debió Mascherano gritarle a Leo en esos partidos, como hizo con Romero en los penales ante Holanda? Quizás. Los propios Xavi e Iniesta, han declarado que en ciertos partidos en los que notaban que la cabeza de Messi se iba del partido, le hablaban para que se acerque a ellos, que toque la pelota, y se vuelva a meter en la cosa. Nadie es perfecto siempre, ni siquiera Messi. Nadie es feliz todos los días de su vida, ni maravilloso todos los instantes, ni genial todos los partidos de su carrera. Tampoco lo es Federer, que perdió una final de Wimbledon con Djokovic tras ceder varios match points, hace algunos meses. Pasa en las mejores familias. Lamentablemente, a Messi le ocurrió, no fue en los momentos decisivos de la Selección Argentina, lo que esperábamos de él. Es el karma de su carrera, todavía no pudo levantar una copa con nuestra Selección, así pasa que a veces el hincha o el periodista se fanatiza, y lanza esta frase frase tan futbolera como hiriente. El problem está, hablarlo es mucho mejor que taparlo. Lo bueno, es que a Messi todavía le queda una Copa América y una copa del mundo para revertirlo. 

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