El impacto de Mateo en la Azzurra expone otra vez los caprichos de Román para manejar el club. Boca en crisis futbolistica no sólo se perdió el goleador del fútbol argentino del 2022 ahora consagrado en Italia, sino que le regaló el 50% del pase a Tigre.

La sobrebia de Riquelme en Boca no se aguanta más. Macri habló en las últimas horas de manejo autoritario por parte del número 10, que sigue jugando a hacer de Boca lo que se le de la gana, por ejemplo mantener a su amigo Ibarra como DT de la primera cuando ya todos sabemos que se necesita un técnico en serio. Boca no puede vivir de un clásico senior ganado por goleada a River, títulos de reserva o Supercopas ante Patronato. Boca es uno de los clubes más grandes de América y del mundo, y en estos 3 años por lo menos se estancó, no progresó en la Bombonera 360, no tiene sponsor en la camiseta, y ni siquiera compitió en las últimas dos Libertadores, eliminado en octavos de final. Sigue sin buscar un entrenador de prestigio, a la vez que estira las finales con River pendientes del 2020, una cobardía total que no está a la altura de la institutción de la Ribera.

Riquelme se equivoca si sigue escuchando a sus alcahuetes que le dicen que Orsini se parece a Lukaku para justificar sus decisisiones incomprensibles, pero la realidad es que Riquelme se cree sus propias mentiras, cree que todo está bien en Boca, y que su gestión es maravillosa, por esi sigue en un cumpleaños, este fin de semana el de Villarreal mientras Boca pasaba con angustia un rival del Federal en copa Argentina, celebrando su gestión que tuvo este fin de semana su perlita más brillante, ningunear a Retegui, hoy figura de una de las selecciones más importantes del mundo.