Riquelme nos usó
  • 16 de junio de 2020


Juan Román tenía un objetivo, ganar las elecciones. El fin justifica los medios, para ser vicepresidente, necesitaba prensa, llenar los medios con su mensaje, con su voz contra la de Angelici y Gribaudo, no podía perder. Lo hizó.



El ídolo se dedicó a recorrer canales y programas de TV, algunos de amigos y otros no tanto. En su afán por vencer en los comicios, hasta fue invitado a Intrusos, un programa habitualmente alejado del fútbol. Había que llegar a todos los públicos, a las mujeres bosteras, y Román se arremangó. Había que ganar como sea, en términos futbolísticos, Riquelme trabajó como nadie para conseguirlo. También le brindó su tiempo a los medios gráficos, “ Romy“ apareció hasta en Billiken pidiéndole al socio de Boca que vaya a votar el 8 de diciembre, y saben que, funcionó. El hincha de Boca cumplió con su mandato, asistió de forma multitudinaria a sufragar, y la fórmula integrada por Ameal, Pergolini y Román triunfó por goleada. Cuando se necesitó campaña sucia, la dio, acusó a Gribaudo de ser hincha de Independiente y al Tano Angelici de ser hincha de Huracan, “los van a votar los hinchas de River”, jugó como chicana, a los mismos tipos que hace unas semanas había recibido en su casa a comer un asado. Así es la política, Riquelme demostró que también sabe jugar a ese juego. Chau macrismo en Boca.
No voy a ser ingenuo, no es la primera vez que un protagonista necesita a los medios de comunicación para un fin determinado, y los utiliza. Alguna vez me preste a ese juego, por el valor de una nota con una gran figura del fútbol, aun sabiendo de antemano, que nunca más me iba a atender el teléfono. Otras  veces nos usan los ex jugadores, que no nos daban ni la hora cuando tenían los cortos, pero ahora necesitan trabaje de entrenadores. Son las leyes del juego, las aceptó. Lo increíble del caso, es que luego de ese impresionante raid mediático de Riquelme, tras ganar las elecciones récord del fútbol argentino, nunca más dio una nota periodística. Ya pasaron más de 6 meses y Riquelme no realizó ni siquiera una declaración. Silencio stampa, a pesar de haber sido campeón. Román habló con sus decisiones,  me dirán sus aduladores de siempre, otros argumentarán que con el título alcanza y sobra, para los hinchas seguro que sí, para los periodistas seguro que NO. Riquelme acertó con la contratación de Miguel ángel Russo, un DT con pasado en el club, conocedor de las formas, gustos y necesidades del mundo Boca. Esa fue la gran jugada de Riquelme. Después, todo del entrenador, la formación, los cambios, el sistema, la arremetida sobre el River de Gallardo, y la resurrección futbolística de Tevez, Salvio, Buffarini, Fabra, Villa y Campuzano, por citar los casos más importantes. Seamos justos y buenos, a cada uno lo que corresponde. Si creo y sostengo, que aunque sea por obligación, Riquelme debe hablar en las buenas y en las malas, no solamente cuando a él le conviene. Porque los periodistas no somos preservativos, aunque a veces lo parezca.

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