La copa de la Superliga ofrecía la posibilidad de enfrentar en una semifinal, al campeón de América frente al campeón de la Superliga. Los dos campeones cayeron, ante un equipo descendido y otro de presupuesto mucho menor.



Cada uno puede elegir con que quedarse, siempre hay una mitad del vaso lleno, y otra mitad del vaso vacío. Siempre tratando de ser justos y no acomodar el discurso. Vamos al caso de River. Tras golear a los marplatenses de Aldosivi, muchos hinchas creyeron tener otro título en el bolsillo, tal vez derrotando otra vez a Boca en una final, pero nadie tenía en cuenta el despiste en Tucumán. El 0-3 del sábado por la noche no se pudo levantar ni siquiera con la actuación pletórica de anoche en el Monumental. No alcanzó. El 4-4 global decantó en favor de Atlético por el gol de visitante. River pudo pasar, es cierto, pero no lo consiguió. El árbitro lo perjudicó, también es verdad, alguna vez puede ocurrir. River mostró pasajes de fútbol brillante y figuras en nivel altísimo: Casco, Nacho Fernández, Enzo Pérez, De la Cruz y Pratto. Servirá de base para ganar la Recopa, pero a no engañarse, nadie esperaba esta eliminación. Gallardo puso titulares el sábado y el martes para llegar a la semifinal. No pudo doblegar al siempre duro decano en 180 minutos, una verdadera decepción . Chapeau a Zielinski, que con un plantel más que austero, dejó afuera al campeón de América.
Vamos al caso Racing. Parecido pero distinto. La Academia tenía los penales en el bolsillo gracias a un voraz primer tiempo, no lo pudo ni supo conservar ante el peligroso Tigre de Gorosito. El gol de Perez Acuña, el tanto de la clasificación, fue legítimo. No tuvo razón Chacho en sus quejas. Tampoco cuando sostuvo que esta copa es una maratón, tras la maratón de la Superliga. El campeonato que coronó a Racing fueron solo 25 fechas, en comparación a las 38 de la Premier, Liga de España o Calcio, también menos de las 34 de la Bundesliga, se juega poco en nuestro país, no hay derecho para ese reproche. Tampoco me convence la excusa de la borrachera de los festejos, Racing quería otra estrella y simplemente, cómo también dijo su DT, no le dio la nafta. Encima, no le programan copa Argentina, seguimos sin ser serios. Otra decepción. Tigre va por la historia. Soñar no cuesta nada.

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