No quiere jugar con River, le tiene miedo. Tira el partido, va al bombo como con Claypole. Se juega el puesta está noche, ya están listos Battaglia y Giunta. Estás son todas cosas que se instalan en los medios día a día.

Mientras tanto, Miguel suma y sigue. Gana campeonatos, y empata con River. La trayectoria del DT de Boca, y su respeto siempre a nuestro laburo, creo, que merece otro trato, y otro respeto de nuestra parte. No se puede estar jugando todos los días con una carrera de más de 30 años de entrenador, y además, el último campeón de América con Boca en el 2007. Por supuesto que Russo no es el hombre perfecto, o DT ideal, y comete errores, por ejemplo contra Talleres su equipo jugó muy mal, a veces toma decisiones que no se entienden, caso Pol o Wanchope, y en algunos partidos, le falta reacción en el banco de suplentes para cambiar las cosas desde el banco. También se nota un entrenador demasiado dependiente del consejo de fútbol, sin la libertad de la que ha gozado Miguel en Boca, por ejemplo, en su etapa de 2007, de ahí a jugar con su trabajo las 24 horas del día en programas de TV y radio, me parece un exceso.