Carlitos no solo se banco ser suplente, sino que al final del partido reconoció que Zarate está mucho mejor que él. Un gran triunfo para Alfaro.



Termina un primer tiempo de Boca decepcionante, el equipo jugó mal, tenso, sin poder salir del trauma del Bernabéu. Rosario Central se aprovechó de la desesperación boquense, hizo bien su trabajo, disputó el partido como una final, y de no ser por Andrada se iba 1-0 arriba al descanso. De repente, las cámaras de la transmisión se quedan con el Apache, Tevez bosteza, está en su mundo, Boca juega mal pero no por su culpa. Sabe que Alfaro tendrá que echar de su mano durante esta noche difícil. 
A los 15 minutos del segundo tiempo ingresa por Reynoso, el cordobés se enoja, pero está bien sacado, no fue Bebelo. Tevez asume un papel secundario, hay dos tiros libres cerca del área, se los deja a Zarate, esta vez Mauro falla en ambos intentos. Boca mejora, Nandez tira para adelante, Villa desborda siempre y se hace imparable, Marcone es una fiera que impide cualquier contra de Central. Se lesiona Zarate, hoy el as de espadas, más problemas. Entra Pavon, lo hace muy bien, mete un gol, pero sin tecnología es difícil de convalidar. Los palos 3 veces le niegan a Boca una victoria y título que merece. Penales. La sensación es que no es la noche de Boca.
Rosario Central está encaprichado en impedir que los xeneizes griten campeón. Los de Cocca meten los cinco penales de la serie. Los de Alfaro están cinco veces abajo y siempre resisten, Tevez ejecuta el segundo penal, hace mucho que no lo hacía tan bien. Es su aporte para esta Supercopa esquiva para Boca. Benedetto, Villa, Pavon y Buffarini mantienen la esperanza. Ledesma, el arquero de moda, no puede detener ni siquiera un penal, cosas del fútbol. Aparece Andrada, gigante a veces, infantil otras, saca el penal de Rinaudo con ayuda del travesaño. Boca tiene la copa en el pie derecho de Izquierdoz, el zaguero que trajo Guillermo no falla. Boca es campeón, es un desahogo, no tapa lo de Madrid por supuesto, pero significa ver un poco de luz. Boca demuestra que a pesar de todo sigue vivo, con ganas de pelear, la séptima Libertadores más que nada. Por penales, a lo Boca, el festejo es exagerado puede ser, así se festejan los títulos en este club. Suspira Angelici, respira Alfaro que tiene la delicadeza de dedicarle el triunfo a Guillermo. Tevez fue al banco y no se convirtió en una bomba de tiempo. Ese es el gran triunfo de Mendoza. Tevez es el líder que Boca necesita, adentro o afuera de la cancha.

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